el blog del oskillar: diciembre 2012

TIERRA (Continuación)

Llaman los lugareños 'Pondy' a Pondichery, una ciudad que la guía nos muestra como casi un paraiso... pero buscando habitación andamos rápido para que las cucarachas no se nos suban por las piernas... y a veces por el olor de la calle juraría que me han puesto una mierda de 4 kilos en la mismas narices. Bueno, quizás exagero... ok, 3 kilos.

Es lo que hay, si quiero respirar diferente o no quiero correr este riesgo me voy de vacaciones a un resort y arreglado, pero no es lo que quiero, sé qué me puedo encontrar, esto es la India; pero que no me lo presenten como un paraíso, por favor (fucking 'Lonely Planet'). Además, es una ciudad con un paseo marítimo cuya arquitectura hace daño a los ojos... los franceses estuvieron aquí años y años haciendo de las suyas. De hecho aún conservan un super edificio, el Consulado, con su bandera, enorme (y la de la Union Europea, buagh!).

La primera noche la pasamos en una habitación, los tres, la única que hemos visto con sábanas limpias, sin cucarachas, y/o que no estuviera en un sótano, de veras. No es ningún lujo, y el personal se las trae... Rellenamos el check-in tras una conversación más que extraña en la que nos hacen unas preguntas de cuidado... Paloma se le va a tirar a la yugular al recepcionista, lo veo, y no es para menos, no entraré en detalles (tiene cuando quiere un temperamento, la muy madrileña...). Al día siguiente encontramos para esa noche las antípodas: un lugar silencioso con un personal amabilísimo y una cama de 2x3 metros!!

Así que visitamos el Ashram de Aurobindo, todo un personaje al que respetar, e ideólogo del proyecto social Auroville donde nos movimos al día siguiente, después de una de las noches más mágicas del viaje: salimos Sandía, Paloma y servidor a tomar unos zumos y hacer algo de humo (hasta rima). Para tal menester, como si estuviésemos en casa, improvisamos una terraza con tres taburetes y otro que nos sirve de mesa. Saco la guitarra y empezamos a llamar la atención. Le cantamos y tocamos a un niño, que se tapa la cara de vergüenza, el resto de indios miran alegres, y aparece el conductor de un rick-saw o 'tuc-tuc' (especie de moto con gran cabina a modo de taxi). Nos escucha y dice que se ha enamorado de la música, y que como nos cierran que nos lleva donde queramos, gratis. Como el plan es ir al paseo marítimo le decimos que nos lleve. Se llama Kumar y tiene mi edad. Empiezo a tocar y se agregan indios de toda clase y uno considerablemente borracho. Todo ok durante un buen rato... hasta que aparece la policía. Se jodió el invento. De aquellas maneras nos dicen que se acabó, que a tomar pol culo todos, y por cierto, los fans desaparecieron a la velocidad de la luz. Me vino aquella cancion a la mente: ''mucha policía, poca diversión''. Kumar nos lleva de nuevo a la puerta del hotel, sin aceptar ni un duro.

Al día siguiente despedimos a Sandia, que se va pa España. Me salen unas lagrimillas, es un solazo esta tía. Nos quedamos Paloma y yo, y salimos hacia Auroville, a menos de 10 km, pero qué cambio... Es una comunidad creada en un espacio de varios kilometros cuadrados en el que no existen las nacionalidades, las banderas, las religiones, la policía... No hay ayuntamiento, ni burocracia... En el anterior viaje tuve la mosca en la oreja, pero no hubo tiempo. Esta vez venía con la clara intención de ir, pues tenía la opinon de dos personas que habían estado pero no les gustó. Fui a probar por mí mismo, me quedé 5 días y pienso volver en febrero-marzo. La gente en Auroville desprende un algo especial. La vida no es fácil, pero el ambiente regala oportunidades y experiencias únicas. Conocimos gente que lleva decadas allí. Muchos somos los que vamos de paso: me dicen que al año vienen unas 300.000 personas pero que la mayoria son visitantes de un día, como quienes me habían hablado de este sitio, pero Auroville es para verlo desde dentro.

En eso de las 'coincidencias' fuimos a caer el 10 de diciembre, dos días antes del 12 del 12 del 12. Se organizaban unas jornadas los días 11, 12 y 13 en los que celebrar y prepararse para estos momentos de cambio, con unos valores alejados del dinero, la codicia, el ego, la desilusion... así que decididamente tomamos parte en las actividades: sesiones de expresión corporal, grupos de discusión, charlas, meditaciones y más.

Entre el 'más' hay algo muy especial: mucha gente va a Auroville a ver el cristal macizo más grande del mundo, está allí. Es una bola de casi un metro de diámetro. Está colocada en el centro exacto de un edificio con forma esférica, es el Matrimandir. Nos saltamos una mañana las actividades, y nos metieron a un reducido grupo de gente que iba a visitarlo al día siguiente. Ni la mejor de las películas pudo ofrecerme una visión tan especial. Además de la belleza de los exteriores, el interior del edificio se presenta como algo que me dio la impresión de estar fuera de todo espacio y tiempo. La sala donde está el cristal es circular, con unas columnas como todo ornamento, de cemento, sin detalles. Sólo el sonido de nuestro silencioso entrar ya desprendía un eco muy extraño... pero después, sentados en meditación, cualquier aspirar de nariz fuerte, un tosido, o el 'crack' de mis vértebras al recolocarse... emitían un eco que duraba un instante y que se perdía en la nada mediante una especie de soplido... un 'fffffff' sutil y misterioso, en aquella poco iluminada sala, aunque lo suficiente para ver el rayo de sol que le viene de la cúpula. Ese rayo viene del vértice superior mediante una abertura, cae en vertical, pasa por la bola, en ella se transforma, y sigue por debajo de la bola hacia un agujero en el suelo que hay bajo ésta. Es para verlo... y lo vimos. Tras media hora allí una luz leve avisa de que hemos de abandonar aquel sitio...

Auroville tiene mucho para contar, la gente, el sistema de vida, los proyectos que se realizan, el lugar en sí... tantas cosas, que la última noche antes de partir andaba con Paloma tanteando qué hacer... irnos, quedarnos más?? Por supuesto todos nos animaban a quedarnos, y había peligrosas experiencias de gente que me contaba cómo habían llegado para una semana... y llevaban años. Ese lugar engancha, así que nos fuimos a consultarlo con la almohada no sin antes ir con Mateo en su moto, los tres, a buscar un lugar sin vecinos para marcarnos unos 'blues'. Mateo toca la armónica, hermosa experiencia...

Nos retiramos a nuestros aposentos. Hacemos noche en Auroville en el Tibetan Culture Centre, una especie de monasterio 'encubierto', como le digo yo, pues en Auroville no están permitidas las religiones. Pero como nos dicen allí, su cultura sin la espiritualidad no es nada. Así que no pueden montar un monasterio tal cual pero tienen sala de meditación y un corazón muy generoso, además de una historia personal asombrosa. Ya hablé en Pokhara la vez anterior con exiliados tibetanos... llevan cada cual una vida con durezas y penalidades por doquier. Hay retratos del Dalai Lama, quien puso la primera piedra e inauguró el Centro después. Kelsang desde el primer día se mostró amable y receptiva con nosotros. Además, somos los únicos huéspedes del lugar, normalmente vienen grupos numerosos de monjes y estudiantes que llenan las habitaciones, pero ahora no hay nadie... las noches tienen una atmósfera especial alli dentro, y fuera.

A la mañana siguiente hicimos las mochilas y decidimos partir. Paloma en breve regresa a España, aunque la veo la suficientemente valiente como para retrasar la vuelta; y yo he de ir haciendo camino para Nepal. Lo mejor será volver en dos meses y algo. Quiero meterme en un proyecto que trabaja con Terapias Naturales.

Volvemos a 'Pondy', ella ríe por cómo lo pronuncio y la cara de asco que pongo a veces... Cenamos en un restaurante en el que nos juran por lo más alto que la comida no es picante (mentira podrida, como siempre) y nos despedimos en la estación de bus. Ha sido corto pero intenso. No puedo evitar un abrazo con lágrimas, los indios me miran, y me hecho a reír, seguido... qué pena... que alegría... es un baile de emociones. Lo mejor: que nos queda un camino precioso por recorrer, aunque diverge en esta estación de bus, muy simbólico, como casi todas las despedidas.

'Corri-corriendo' como dicen en mi tierra me había pillado un billete de avión aquella misma mañana, desde Chennai. Llego a la 1:30 de la madrugada... les enseño el código que me llegó de la reserva y compra... me dicen que no tengo billete... muy 'indio'. Así que he de pasar la noche hasta que compre uno para casi las 7 de la mañana... Por pocas rupias más voy a Katmandú en vez del Norte de la India, mejor, pero me siento extraño alli sin visitar a mi familia nepalí. A la mañana siguiente salgo del hotel a las 6 para ir a Lumbini, donde hace 2.500 años naciese Buda.

Pero no. De camino, en el bus, hablo con Utsaw, un chaval de veintinada que a las 4 ó 5 horas de viaje (son casi 10 en total) me dice que estoy invitado a casa de su tío, en Bairawa, a 20 km de mi destino... Le digo que no quiero molestar, que he de ir a Lumbini, que no problem, pero me dice que es realmente su tío -hablaban antes por móvil- quien le ha dicho que vayamos los dos. Bueno... pues será que hay que ir.

Sus tíos regentan una escuela, preciosa, tan rudimentaria y básica como acogedora. En la planta de arriba tienen su domicilio. Viven una familia humilde y muy simpática y habladora. Hay una niña de 4 años, se llama 'Crítica'!! me encanta su nombre... Con Utsaw puedo hablar y preguntarle de todo, me interesan muchas cosas y muy pacientemente me responde a todas. Todo el pueblo nos mira, yo adivino qué dicen esos ojos: 'qué coño hace este tipo aquí'?? Pero esto es Nepal, no hay hostilidad sino curiosidad. A la mañana siguiente vienen temprano los niños y niñas, a razón de 200. Verme allí les revoluciona, yo siento un algo hermoso, todos quieren hablar, reír o jugar. Cuando están todos forman unas filas y cantan el himno de Nepal. También los 10 profes que componen la plantilla. Seguido, la tía de Utsaw me dice que les hable, que diga algo a los niños. Tienen de 5 a 11 años, y saben inglés mejor que yo. Les digo que vengo de España y que Rajoy es un cabrón... no... es coña. Les expreso mi felicidad de verles, de conocer su país, su cultura, comida... y que sobretodo 'gracias' ("Danyabat"). Seguido me enseñan la escuela en funcionamiento, y a media mañana salimos a conocer a dos primos suyos, de 7 y 12 años. El primero es un fan loco del Barça y Messi; el segundo me vapuleó jugando al badminton... Con el padre de ambos hablo largo y tendido, es monárquico hasta la médula: ¡sabe el nombre del rey de España!, pero le digo que si quiere se lo regalo. Nepal es hoy una república. Él conoció personalmente al último rey del país. Divergemos políticamente pero me abre su casa, me ofrece comida, y próxima vez que vaya a Bairawa quiere que me quede en su casa. Hay tanto que aprender aquí...

Él mismo coge su moto, y en una escena de risa en la que voy con mi supermochila en la espalda, la mochila pequeña en una mano y en la otra la guitarra me lleva a la parada de bus. Pregunta cuál va a mi próximo destino y nos separamos con un abrazo. Me arranca la promesa de al menos, un día, ir a pasarlo a su casa. Ok Ravi, le digo, eso está hecho.

Arranca el bus, esta vez ya sí que creo llegaré. El Korean Temple me espera: viene la etapa del viaje en el que pongo mi tiempo y energía en la Vía espiritual. Empieza la etapa del 'Vacío', tercero de los Elementos, momento muy especial. Las próximas semanas son para la vía del Buda, o 'Bushi-do', entro a mediados de diciembre, no sé cuándo saldré... pero aquí me darán las uvas...

Busco un peluquero en el monasterio, me dicen que unos días no estará, así que me voy al pueblo a raparme la cabeza. No me lo imponen, es algo personal. Si me impusiesen algo aquí, no estaría aquí.

Me asignan una cámara ancha, ¡con silla y escritorio! Mis días transcurren entre la meditación en el templo, lectura de Sutras, hablar con monjes y otros visitantes como yo, la contemplación... y más que las palabras no pueden trasmitir.

En fin... Buddha, Dharma, Sangha...

Menudo talentazo... el hijo de un musico amigo.

Ahi esta el Che, en Kumily, India. Y en teoria al lado, servidor.

Ojo, esto es la pagina de pasatiempos de un periodico indio. Si... cagate.

Pequeña araña... unos 5 cms, sin contar las patas...

Que niñas mas guapas... sur de la India

Yeah... calaveras anywhere. Viva el jevimetal. India.

Corazones... los veo por todos lados...

El amigo Indico... bravo. India.

Esta para mis amigos los sindicalistas... los andamios de bambu, y las condiciones de seguridad laboral... no os quiero asustar...

Este elefante era bien listo. Le das una moneda y te toca con la trompa, da una bendicion. Pense en sacar mi... a cambio de una moneda puedo dar... mucho. jajaja ( India)

tatoos de henna, sur de la India

Mi amiga Paloma, espiritu libre.

Paloma y Sandia, me apegue a ellas, disfrutamos mucho juntos. India.

yes... the number of the beast, pero con un seis mas... debe ser el prefijo del satan indio.

La moto con mas huevos de la India.

Ganesh, un solazo de tio. Pondichery.

New style... ir en moto a mas de 60 con la pierna colgando...

Auroville, y su magia (sur de la India)

Tibetan Center, Auroville.

Auroville, y su magia (sur de la India)

Auroville, Paloma y yo. Vaya tres.

Estos crios dieron una obra de danza. Estan mas locos que yo, jaja, se me ve en la foto... cabeza, una pierna y un brazo... Donde esta Wally??

Auroville, el Matrimandir. Dentro esta la bola de cristal mas grande del mundo mundial.

Auroville, dia 12 del 12 del 12. Niños ofreciendo un espectaculo de danza.

Auroville, 12 del 12 del 12.

Auroville, las Doce cualidades del Ser y la Madre Tierra.

Auroville, informacion en la entrada del lugar que fue mi refugio.

Auroville, sala de meditacion del Tibetan Culture Center.

Auroville, sala de meditacion del Tibetan Culture Center. El amigo Dalai Lama vino a poner la primera piedra e inaugurar el centro.

Auroville, cartel informativo del pabellon de España, que no visite.

Auroville, entrada. Bienvenida hasta en catalan!

Auroville, no hay dudas, no?

Mi casa en Auroville, el Tibetan Culture Center.

Auroville

El amigo Indico, y el amigo Oskillar. India.

Desde el avion. Nepal. En esas montañas esta mi amigo Saroj. Como te recuerdo...

Bhairawa, la puerta hacia Lumbini, a unos 20km. Nepal.

Mi bicicleta, ya soy todo un nepali... (Los que han visto la foto me dicen que si es cerveza... no! Eso si, es soja, embotellada en una botella de cerveza Tuborg...)